Caminaba descalza por un sendero polvoriento,
arrastraba mis pies y con cada pisada,
el camino se me hacia mas eterno.
un manto negro y pétreo me rodea.
Tu nombre resuena en mi garganta,
como en un alarido, como en una plegaria.
prosigo ese camino,
no se si me conduce a ti, o tan solo a tu olvido.
Mas nunca fui cobarde,
quiero saber lo que hay
AL FINAL DEL CAMINO.
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